Escalamiento
Los meses de
vacaciones, precisamente la última semana de diciembre, enero y febrero se
multiplican los robos en ausencia de moradores. La gente se vá y dejan las
casas solas, los delincuentes se hacen un festín entrando a robar todo lo que
pueden.
Justo nos
encontramos en la primer quincena de Enero. Hasta en la calle hay poca gente.
Hay diversas
velocidades de traslado según sea la emergencia. La voy a hacer corta, hay
cuatro códigos de velocidad del uno al cuatro siendo este último el que más
velocidad de los móviles permite. Así también indican si los patrulleros deben
o no deben ir haciendo sonar la sirena. Digamos también que Comando NUNCA
AUTORIZA EL CODIGO 4 para lavarse las manos, porque si hay un accidente el
chofer no puede decir que iba rápido porque la superioridad autorizó, así que
siempre desplaza en código 2 que es 60 Km. x hora en avenidas y 40 Km. x hora en calles… si
justo, la velocidad permitida a cualquier vehículo que circule. Digamos también
que según la emergencia el criterio del chofer es el que decide. Yo, por mi
lado, me desplazo en código 4 cuando hay “Autores en el lugar” o cuando otro
policía solicita apoyo. Me chupa un huevo comando y si… sé que es mi culo el
que juego.
Siempre lo llevo a
la máxima velocidad que aguanta el móvil pero con la certeza de que si en la
esquina me sale de golpe una vieja de mierda que no escuchó la sirena ni vió
las balizas, voy a poder detener por completo el patrullero. Hasta ahora (me
toco el huevo derecho) nunca jamás me pasó nada. Esperemos seguir así.
-Un móvil de 33-
-733 disponga-
-En código 2 y
chaleco colocado se va a dirigir a Blanco Encalada 3850, tercero, octavo,
quinto, nada, donde según denunciantes están avistando en este momento como
desde la terraza están intentando ingresar en un departamento presumiblemente
con fines de robo. ¿Qué otro móvil de apoyo para el 733?-
-133-
-233 al lugar-
-339 ¿Autoriza?
-Autorizado. ¿Qué
otro móvil para rodear la manzana?-
-231 ¿Autoriza?-
-731 ¿Autoriza?-
-Autorizado
concurran los dos móviles-
-129 ¿Autoriza?
-Autorizado-
A todos estos se
sumaron tres más lo que totalizó diez patrulleros que llegaron casi juntos.
Pintamos de celeste las fachadas de los edificios con las balizas encendidas. Curiosamente
ninguno trajo sirenas. Parece como si nos hubiéramos puesto de acuerdo para no
espantar a los gratas y poder cazarlos. Colocamos cuatro móviles en las
esquinas de la manzana y las dotaciones de 6 móviles (doce personas) nos
preparamos para entrar.
Era un edificio
enorme. Veinte pisos y ocupaba casi toda la manzana. Sin embargo teníamos a
nuestro favor que no había techos que lindaran con la terraza del edificio ya
que esta se encontraba muy alta. O sea… no tenían por donde rajar, los íbamos a
agarrar. Mientras nos asegurábamos los chalecos y aprestábamos las linternas
llama nuevamente comando.
-733, para los
móviles que se encuentran convergiendo a Blanco Encalada, ingresan nuevos
llamados que dicen que desde los edificios de enfrente pueden ver a los cacos
realizando algún tipo de maniobras. Ingresen con las máximas precauciones-
-Captado para 733-
Por más que haya en
el lugar móviles de más rango y salvo que haya un móvil 400, o sea un
subcomisario, comando se dirigirá al móvil que contestó primero la modulación;
en este caso es el 733.
Hay una garita de
vigilancia privada en las dos puertas de acceso al edificio. El paquito nos
abre las puertas y llama al portero que nos facilita las llaves de la terraza.
Por suerte hay una sola llave que brinda acceso a toda la parte de arriba, un
solo lugar para ingresar y escapar…
-Los tenemos
rodeados- pensé imaginándome la vieja frase de las películas policiales Yankees.
Dos ascensores
inmensos brindan el transporte para todos en un solo viaje. Nos pusimos de
acuerdo y bajamos en el piso 18 para hacer los dos últimos pisos de a pié
evitando cualquier tipo de emboscada, después de todo, teníamos la certeza por
los dichos de los vecinos que cuando estábamos abajo los cacos aún permanecían.
Habíamos dejado 2 polis de guardia en las escaleras. Tenían que estar ahí.
Bajamos en el 18.
Nadie emitió palabra. Sólo se escuchaban los clic de los broches de las fundas
de las pistolas mientras las abríamos para sacar las armas. No tuve que mirar
para saber dónde estaba mi compañero. No hacía falta. Siempre se ubicaba atrás
a la derecha caminaba o corría a mi velocidad manteniendo la distancia, y si
entrábamos a algún lugar yo giraba a la izquierda mientras el lo hacía a la
derecha. Nunca hablamos de eso ni nos pusimos de acuerdo. Salía así y estaba
bien.
Las escaleras
ascendían girando a la izquierda, subíamos escalón por medio alumbrándonos sólo
con la luz de las linternas. Mi compañero no tenía una pero él estaba seguro
que yo no lo iba a dejar tropezar con nada así que caminaba mirando al frente y
a la derecha, como siempre. Llegamos al piso 19, cruzamos el descanso y ascendimos
hasta el 20. Ya desde el descanso de ese piso se veía la puerta de los
lavaderos de la terraza y único acceso a la misma.
La respiración se
entrecorta, el pulso sube.
Llegamos a la
puerta de los lavaderos. Yo iba de punta. Giré la cabeza y vi al resto de los
policías que en silencio avanzaban pegados a nosotros.
Nadie habla.
Algunos giran las cabezas como esperando ubicar todos los ruidos posibles para
adelantarse a los gratas, después de todo… Estaban ahí…iba a haber kilombo y
todos lo saben.
La puerta de los
lavaderos es corrediza y está en buen estado. La llave gira sin hacer ruido y
el panel se desplaza a la izquierda casi sin esfuerzo. Clic, clic, clic se
escucha de los compañeros que tienen asignadas las viejas pistolas Browning que
al no tener doble acción necesitan ser amartilladas antes de hacer el primer
disparo. Una pausa, una inspiración profunda, el corazón late a mil y entramos
al lavadero, encendemos las linternas y ya estamos sobre la puerta que dá al
exterior de la azotea.
¡¡ Oh, oh…!! Está
abierta. Se hace difícil respirar. Hago una pausa, cuanto hasta tres y entro
casi jadeando, los ojos inyectados en sangre forzados a buscar el blanco y
verlo antes que el enemigo me vea. El arma en la mano derecha, debajo la mano
izquierda sostiene la linterna que de noche se convierte en una arma más.
Mi ingreso es malo,
salgo desesperado buscando el blanco. El dedo ya haciendo presión sobre el
gatillo. Camino rápido casi trotando, así no es, sé que me equivoco pero ya
está. No quiero que me ganen, tengo que volver a casa esta noche. Ningún grata
puto va a evitar que vea otra vez a mi hija. Entro muy rápido dejo a mi
compañero atrás casi 2 pasos, puede no parecer mucho pero es la vida y la
muerte. Hay una pared que se termina y una esquina nueva para ver. Llego a la
esquina, me recupero, siento la respiración de mi compañero en la espalda, ya
está ahí. Uno, dos, trés. Avanzo y giro violentamente en el recodo buscando a
quien tirar.
No estaba preparado
para lo que ví.
Veo la sombra de una
persona sentada en el piso. La espalda contra la pared, la cabeza hacia atrás,
las piernas hacia mí. Es un hombre. Sobre la falda de él se encuentra la cabeza
de una señorita, desnuda de la cintura para arriba, buena por donde la mires.
Rubia alta. Digamos que viene…y se vá…estupendamente bien.
Esta señorita
estaba tomando mate… con bombilla de cuero. Me niego a ser más especifico.
Se vé que ni nos
escuchó venir porque cuando me vio, abrió grandes los ojos claros que tenía y juro
que escuché el “pop” que hizo su boca cuando soltó el pedazo. La apunté busqué
alrededor y no había nadie. Aseguro la zona. Ahí recién llegan los otros chicos
y uno de ellos se despacha.
-¡Ahhh bueeeno,
guarden algo para nosotros que estoy con la cuarentena che!-
El agente había sido
papá hacía un mes y caminaba por las paredes. Recién en ese momento el receptor
de cariño se dá cuenta que hay un montón de policías que dejan de apuntarlo y
rápidamente pierde la erección. Es más no sólo perdió la erección sino que
también se le hizo puchero el culo al hijo de puta.
-733, ¿puede
ampliar de Blanco Encalada? ¿Son habidos los autores?-
-733, negativo
autores señora, se trataría de dos tortolitos que buscaron el amparo de la
noche para hacerse mimos. Panorama normal. Ahora voy con los datos-
-Qsl 733 (risas de
fondo), cuando finalice me amplía. Queremos detalles eh- Cachondeó la operadora
de comando. Es divina, en ese horario nocturno hay dos con las que te cagás de
risa y te hacen pasar más rápido las 12 horas de móvil.
Alguien agarra al
flaco y le saca los datos filiatorios. Yo me dirijo a la mina que aún se
acomodaba el buzo que se tiró encima y le digo:
-Decíme tu nombre-
-Karina Del Barco-
-¿ Edad ?-
-16 años-
-¿Dónde vivís?-
-En Alvarez Thomas
1602-
-Dáme un teléfono-
-Eh… ay no… ¿ Van a
llamar?, no. Me matan en casa-
Un Sargento primero
que estaba al lado mío escuchando le dijo:
-PENDEJA. ACTIVASTE
EL SISTEMA DE EMERGENCIA DEL ESTADO POR UN POLVO. POR SUPUESTO QUE VAMOS A
LLAMAR-
- 4__3-5__5- Dijo apenas audible.
No contento con eso
y con las manos aún temblando por los chorros de adrenalina le gritó al pibe
-Y vos pelotudo,
rata inmunda. Semejante mina y no ponés un billete para llevarla a un telo hijo
de puta (mira a la chica y continúa) ¿viste? Ni un turno valés para este cheto de mierda-
El Sargento estaba
muy caliente.
Panorama normal.
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